Hace unos días muchas personas mostraban cara de felicidad porque algunas calles de Portoviejo habían sido arregladas. La noticia se difundió como si fuera la salvación o la obra magna para la capital de Manabí.
Semanas después ya esa fiebre pasó y la ciudad sigue siendo la misma, el mismo desorden pero con algunas calles pavimentadas.
Pero no sería mucho el problema si es que no existiera cada día nuevos ataques a la ciudad y al parecer con algún permiso especial, caso contrario no logro entender cómo es que tanta basura llegó a un terreno en lindero con las riberas del río Portoviejo.
Creo que solo cuando se camina por la ciudad o se conduce un vehículo con vidrios sin “ahumados” uno puede darse cuenta, paso a paso, que existe destrucción y suciedad.
Más no se pude escribir porque las fotografías son evidentes. Quien quiera que transite por el puente Papagayo o 5 de Junio podrá darse cuenta de lo que está ocurriendo.